:54:05
Vale, Eddie. Ya puedes relajarte.
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No descargues. Aún no estamos en casa.
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Si tiene frío,
puede llevarla abajo al camarote.
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Sr. Morgan, ¿quién es usted?
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El dueño del barco. Beauclere me paga
para que lleve a su gente a La Martinica.
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Usted no es de los nuestros.
No está de nuestro lado.
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No lo comprendo.
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Yo no comprendo
qué clase de guerra están haciendo...
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llevando a sus mujeres a cuestas.
¿No les basta tenerlas en casa?
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- Dice que le pagan por esto.
- Así es.
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Entonces deje de hablar
y llévenos a La Martinica.
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Hacia allí nos dirigimos ahora.
:55:07
- ¿Qué pasa, Harry?
- Silencio.
:55:10
Me pareció ver algo ahí fuera.
:55:15
Escucha.
:55:21
- ¿Qué es?
- No lo sé.
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Silencio. ¿Oyes eso?
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¿Es la patrullera?
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¿No conoces esos motores?
Suena como si estuviera por allí.
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Quédate en el timón.
Espera un momento. Dame el arma.
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No puedes enfrentarte a ellos, Harry.
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¿Qué te pasa?
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Deberías decirme lo grande que eres.
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Puedo hacerlo. ¿Qué quieres que haga?
:55:47
Si tenemos suerte, nada. Si no,
da la vuelta y sal de aquí a todo trapo.
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- ¿Qué significa esto, Sr. Morgan?
- Problemas, si nos ven.
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- ¿Qué podemos hacer?
- Ustedes no pueden hacer nada.
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Túmbense en el suelo
y quédense ahí quietos.
:55:59
Pero no sé si servirá de algo.