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¿Dónde vive? ¿Cómo se llamaba
este maestro de todos los espadachines?
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Perigore de París.
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Vamos, sal.
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¡Sal antes de que te saque de las orejas!
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¡Conque sí era una mujer!
¡Se llama Gavrillac, Aline de Gavrillac!
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¡No sigas mintiéndome! ¡Bájame!
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Me alegra que me siguieras.
Así debo decirte la verdad.
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Amas a esa joven.
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No podría ni aunque fuera
la última mujer de la tierra.
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¿Jugabas a las escondidas?
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No exactamente. Aprendía esgrima.
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- ¡Mentiroso!
- No, esta vez no.
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Esta vez no hay motivo para tus celos.
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- Convénceme.
- Sí.
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- ¿Cuál es tu mayor deseo?
- lr al Teatro Prado, en París.
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Hoy partimos hacia París.
Tú, yo y toda la compañía.
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No. Es un cambio muy repentino.
Hay una mujer.
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- No hay una mujer. Hay un hombre.
- Y debo confiar en tu palabra de impostor.
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- En mi palabra de demonio.
- ¿Cómo se llama el hombre?
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Le dicen Perigore de París.
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¿Adónde iremos a cenar hoy?
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Al Café Jomier, a saborear
unas deliciosas ancas de rana.
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¿ Y después?
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¿Qué se te ocurre?