:21:08
Desde aquí conoces el camino.
Buena suerte, Moreau.
:21:12
Te debo mucho, Doutreval, gracias.
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Yo le debo más a Montgomery
de Lorraine, el oficial de artillería.
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Sí. Soy apenas un principiante
comparado con de Maynes.
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No, un principiante no,
solamente no eres un campeón...
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- todavía.
- Ni lo seré...
:21:27
ahora que ya no puede enseñarme
el hombre que enseñó a mi enemigo.
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Si en la esgrima olvidaras la pasión,
mejorarías más rápidamente.
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Mi viejo instructor, Perigore,
solía decirme...
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"La cabeza. Pelea con la cabeza.
Olvida el corazón."
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Tu viejo instructor no se dio cuenta...
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¿Aún vive tu viejo instructor?
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Claro que vive.
Es el maestro de todos los espadachines.
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Ya no me puede enseñar
el hombre que enseñó a mi enemigo.
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Por lo tanto, ¿qué es más apropiado
en un mundo loco...
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que tener como maestro al maestro
del maestro de mi enemigo?
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¿Dónde vive? ¿Cómo se llamaba
este maestro de todos los espadachines?
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Perigore de París.
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Vamos, sal.
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¡Sal antes de que te saque de las orejas!
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¡Conque sí era una mujer!
¡Se llama Gavrillac, Aline de Gavrillac!
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¡No sigas mintiéndome! ¡Bájame!
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Me alegra que me siguieras.
Así debo decirte la verdad.
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Amas a esa joven.
:22:47
No podría ni aunque fuera
la última mujer de la tierra.
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¿Jugabas a las escondidas?
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No exactamente. Aprendía esgrima.
:22:54
- ¡Mentiroso!
- No, esta vez no.
:22:55
Esta vez no hay motivo para tus celos.
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- Convénceme.
- Sí.
:22:58
- ¿Cuál es tu mayor deseo?
- lr al Teatro Prado, en París.