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¡Es un santo!
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¡Dí algo!
Tú eres el diplomático.
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¡Convéncela!
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¿Qué me sugieres?
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Ayúdame a empezar.
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No digas nada, por favor.
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Tengo que decírtelo.
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No puedes
volar a Nueva York.
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porque él no estará en el barco.
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- ¿No?
- Tiene su propia sorpresa.
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Mientras estéis
brindando a medianoche...
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entrará por esa puerta.
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Podréis estar tres días más juntos.
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¿Lo ves?
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Tres días más es suficiente.
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No es suficiente.
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Es maravilloso, es...
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¡Margaret!
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Bueno.
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Quisiera no habértelo dicho.
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Seguro que me culpará a mí.
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Pero es absurdo
que vueles hasta allí...
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si él no va a estar.
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Ése va a ser mi argumento.
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Cariño, contrólate.
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No me gusta saber secretos.
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Cuando alguien
me quiere contar uno...
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le digo que no,
y nunca me he arrepentido.
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¡Margaret!
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- ¡Menuda cena nos espera!
- ¡Es tan maravilloso!
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No lo es.
No es bueno.
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Te ha estado engañando.
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Ana.
No está casado.
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¿Qué has dicho?
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Es soltero.
Es un hombre soltero.
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¡Menudo día!
1:01:43
¿Cómo te atreves?
1:01:45
- ¡Sé que es cierto!
- ¿Cómo lo sabes?
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Lo vi en un informe
sobre el escritorio de Alfred.
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¿Me has estado espiando?
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¡Te aprovechas de ser mi mujer...
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y pones en peligro
la seguridad del gobierno!