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¡ Hola, comisario! ¡Comisario Morgan!
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- ¡Comisario!
- ¡Comisario!
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Eh, ¿qué es esto? ¿ Un ataque?
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¿ Dónde está Petey? No está en casa.
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En la reserva, visitando
a los padres de su madre.
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Volverán esta tarde. ¿ Por qué?
¿ Qué os lleváis entre manos con Petey?
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Nos iba a enseñar la pistola
con la que usted mató a los Bradley.
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- ¿Ah, sí?
- Y también cómo lo hizo.
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- Habéis oído la historia muchas veces.
- Cuéntenosla usted.
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- ¡Venga, Sr. Morgan!
- Tengo trabajo.
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- ¡Venga!
- ¡Venga!
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¡ De acuerdo! Venid.
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¿ Qué pasa?
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Quieren un cuento de los viejos tiempos.
Los hermanos Bradley.
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Estaba en la ventana cuando los oí, así.
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- Eso no es ningún cuento.
- Dudo que se lo crean.
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Abrí la puerta con cuidado...
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...mucho cuidado.
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Donde está la heladería, antes había
un salón de baile, un lugar de maldad...
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- El Pink Poodle.
- Eso es.
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Uno de ellos estaba en el tejado.
Jeb estaba allí, con una escopeta.
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Y al otro lado de la calle estaba Frank.
¡ ÉI sí que era malo!
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Me habría gustado vivir
en los viejos tiempos.
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- Sí, eran los viejos tiempos.
- Hará unos nueve o diez años.
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Ya ni se oye una pistola por aquí.
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Alégrate de eso. Yo estaba aquí así,
con las manos a los lados.
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Y os aseguro que esperaba oír
disparos en cualquier momento.
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¡ Pum! ¡ Pum!
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- ¿ Veis estos agujeros?
- Uno lo hizo Jeb Bradley.
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- Y el otro es de Frank.
- No os adelantéis, chicos.
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Los Bradley eran unos malvados.