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- Pero luego...
- ¿Luego, qué?
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En Amalfi...
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...sobre el Mediterràneo,
le cogí del brazo.
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Le cogiò el brazo. ¿Y?
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Parecía algo natural,
pero se apartò.
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¡Còmo debiò detestar
que ella le tocara!
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Sòlo quería mostrar gratitud
por su amabilidad.
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Yo no quería...
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No hubo nada màs.
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De todas formas...
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...fue allí, en Amalfi...
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...cuando de repente,
empezò a estar intranquilo y...
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Siga.
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Él no pudo continuar.
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No pudo escribir
su poema de verano.
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Tengo aquí su libreta.
¿La ve?
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Título: Poema de verano.
Y la fecha de ese verano: 1937.
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Y después, pàginas en blanco.
Nada de nada.
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La vocaciòn de un poeta...
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...es fina como una telaraña.
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Eso le aleja
de la destrucciòn.
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Pocos siguen por sí solos.
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Precisan ayuda.
Yo la di, ella no.
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Tiene razòn. Yo le fallé.
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No evité la rotura
de la telaraña.
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La vi,
y no pude repararla.
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Ya sale la verdad.
Quizà ahora admita lo que sucediò.
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- ¿Qué sucediò?
- Còmo le matò.
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Còmo le asesinò.
Ud. Pregúntele.
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¿Qué sucediò realmente?
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De repente,
el último verano...
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...él dejò de ser joven.
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Fuimos a Cabeza de Lobo...
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...y cambiò
como de la noche a la playa.
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¿De la noche a la playa?
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Quiero decir,
como de la noche a la tarde.
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De repente, Sebastian empezò
a ir a la playa por las tardes.
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¿Qué clase de playa era?
¿Era pública?
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Sí, pública.