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¿Quién?
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Sólo hubo dos ocasiones en las que
el equipo estuvo fuera de mi vista.
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La primera fue cuando Andrea y María
se lo llevaron para esconderlo.
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Pero cuando lo recogimos,
estaba todo bien.
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La única otra vez fue cuando lo dejamos
en la parte trasera del camión...
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y fuimos todos
a inspeccionar los portones.
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Todos...
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menos ella.
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La dejamos sola,
vigilando el camión.
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¡Está loco, señor!
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Déjenme pensar.
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Desde que llegamos, salimos de una
para meternos en otra.
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Piénsenlo.
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Nos escondemos
en el huerto de algarrobos.
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Ella estaba arriba de un árbol,
¿recuerdan?
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Cualquiera puede hacerle señas
a un avión con un espejo o un metal.
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Nos encontraron allí, ¿no es cierto?
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Y después en el túnel...
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se estaba atrasando
porque estaba renga.
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¿Ustedes la vieron renguear ahora?
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Pero al quedarse atrás,
podía dejar mensajes, ¿verdad?
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Cuando llevaron a Roy al médico...
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los alemanes los estaban esperando.
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Y cuando nos lleva a su casa,
vienen a buscarnos allí.
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Pero ella nos sacó de allí.
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Por supuesto.
La casa habría quedado en ruinas...
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y ella también
habría salido lastimada.
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¿Qué es lo que hace?
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Desaparece en el dormitorio
para cambiarse de ropa...
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y dejar una nota.
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Nos lleva a la fiesta
de casamiento...
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y nos atrapan como ratas
porque no tenemos armas.
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Aunque las tuviéramos,
moriría medio Mandrakos.
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¡Es usted un demente!
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¿Sí? Tal vez lo sea.
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Nada me sorprendería.
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Pero podemos resolver
esta cuestión muy fácilmente.
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Veamos esas cicatrices que le dejaron
los alemanes en la espalda.
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Esas horribles cicatrices.