:22:00
Bueno, ya nos reiremos después.
:22:11
Adiós, me marcho.
Me voy para siempre. Sin envidias.
:22:16
Encantada de
haberos conocido. Adiós.
:22:20
Desgraciada la que se acerque.
- Mamma Roma, ¿a dónde vas?
:22:22
Te vas así, de repente.
- Adiós, Biancofiore.
:22:25
- Sin remordimientos.
- Tú eres la mejor de todas.
:22:28
- Toma, bebe un poco.
- Te deseo buena suerte, de corazón.
:22:31
Toma, te invito.
:22:39
- A tu salud.
- A la tuya.
:22:42
Buena falta te hace con tantas
enfermedades como hay por ahí.
:22:44
¡Adiós!
- Echa otro trago.
:22:46
Líbrame de todo mal.
- ¡Adiós Biancofiore!
:22:48
Adiós, muñecas. Adiós.
- ¡Adiós!
:22:52
Adiós, sueños de gloria.
:22:56
- ¿Tú qué andas buscando?
- Estoy tomando el fresco.
:23:01
- Yo no soy una de esas.
- Ya era hora.
:23:06
- ¿Y por qué te ríes?
- Me caes simpático, ¿sabes?
:23:11
Después de llevar tantos años aquí
nadie sabe quien soy.
:23:14
Corazón contento,
lengua al viento.
:23:20
Delante de mi casa
había un viejo, un tipo rico.
:23:24
Se lo comían los millones.
Iba vestido a lo Robespierre,
:23:29
llevaba bigote, bastón,
parecía un emperador.
:23:33
¿Sabes como amasó su dinero?
Durante el fascismo.
:23:38
Mussolini va y le dice:
Hazme un barrio para el pueblo.
:23:44
El que después
iba a ser Pietrarancio.
:23:46
- Toma, te paso a esta flaca.
- El tipo construye la primera casa,
:23:49
con todas sus paredes maestras,
con todos sus retretes,
:23:53
y menudos retretes,
se podía comer en ellos.
:23:58
Mussolini va y le dice:
Bravo, es así como yo lo quería.