:26:01
No digas "vete" si quieres decir "ven".
No es propio de una dama.
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¿Cómo que no vas pidiendo limosnas?
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- ¿Cómo?
- Lo has hecho toda la noche.
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- Hablas de chinches, de tristeza, de ruina.
- ¿Chinches de tristeza?
:26:14
De chinches. De tristeza. Que si no
duermo contigo, aparecerás muerto.
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- ¿Quién ha dicho eso?
- Tú.
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En la basura o tirándote por un puente,
porque estás solo. Me lo has dicho.
:26:26
Eso era sólo retórica de aproximación,
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pero no llevo toda la noche así.
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¡Lo primero que me has dicho
por teléfono ha sido "ayúdame"!
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- No. Te he dicho que no te diría...
- ¡Has dicho "ayúdame"! ¡Y yo: "Claro"!
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Yo no me quejo, pero me has llamado
de todo y ¿aún quieres conquistarme?
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¿He dicho algo que te molestara?
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Estaba resentida. Quería vengarme.
Es normal.
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No, es que tienes razón
en lo que has dicho.
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- ¿Qué he dicho?
- Que voy pidiendo limosna.
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Nunca me había pasado, pero hoy
ha sucedido delante de mis narices.
:27:14
- Y si es así...
- ¿Adónde vas ahora?
:27:17
De vuelta a la soledad. Ahí voy.
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Si odias tanto tu apartamento
que no quieres volver, quédate.
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Tengo un sofá. Quédate la cama.
:27:29
- ¿Me quedo?
- Si duermes bien, te sentirás mejor.
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¿Vale? Arreglado.
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¿Te importa dormir con mis sábanas?
Están limpias, me he bañado.
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- No, Gittel, sólo...
- ¿Qué? Tu cama tiene chinches.
:27:45
Mañana compras queroseno
y verás cómo empiezan a salir.
:27:52
Eres una chica muy dulce.
:27:56
Bueno... Tú también eres
una chica muy dulce. El aseo está ahí.