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¿Sugieres que el Senado
no vigile el bienestar de Roma?
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¿Qué no aplique la ley?
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¡Yo soy la ley! Y mi palabra
es el bienestar de Roma.
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Si no, despojadme del
inútil título de dictador.
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Siempre he llevado espada.
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No quiero llevar ahora
una vaina vacía.
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César conoce el carácter
simbólico del título...
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...que le fue conferido.
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Era para honrar a César...
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...por los triunfos conseguidos
en nombre de Roma.
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Bruto, yo recuerdo muy bien
esos triunfos.
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¿Y tú?
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Como en Farsalia.
Tú temblabas cuando...
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...Marco Antonio quería
cortarte la cabeza...
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...y con razón.
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Ordené salvar tu vida.
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Sin cuerpos consultivos.
Fue una orden mía.
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Y ahora estás aquí, hablando
de virtud a boca llena.
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Siéntate.
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No quiero más privilegios
ni más consideraciones.
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Basta de honores
para halagarme.
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Prefiero no tener nada.
Y ser lo que soy.
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Un hombre sencillo,
deseoso de servir.
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¿Por qué los ojos de las estatuas
no tienen vida?
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¿Queríais ver el Nilo?
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Podéis ahorraros el viaje.
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Ella lo lleva en sus ojos.
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Te advierto que es tarde.
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Muy tarde para Roma.
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¡Estaba hablando yo, Casio!
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¿Qué decía?
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"Deseoso de servir".
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Sí, he servido a mi patria.
Toda la vida.
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He conquistado medio mundo
para Roma.
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Casi todos me debéis
honores y fortunas.
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Ahora deseo que hagáis
lo que yo diga.