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Muy bien, profesor Groeteschele.
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Veo que tenemos una alerta
para complementar nuestra discusión.
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Pero establecimos el tema de la guerra
accidental la semana pasada...
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así que no podemos usarla hoy.
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El tema de hoy es la guerra limitada.
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No es algo teórico.
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De esto depende
qué clase de armas usaremos...
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dónde las ubicaremos
y cómo las utilizaremos.
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En breve, toda nuestra postura militar.
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¿La guerra limitada es posible?
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¿Podemos limitar el intercambio
de armas nucleares...
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a objetivos militares...
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o inevitablemente debemos dirigir
la guerra a la destrucción de ciudades?
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- Es preciso.
- ¿Por qué?
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El objetivo de la guerra es infligir
el mayor daño posible al enemigo...
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y destruir su habilidad de resistir.
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En la última guerra, ambos lados
pudieron usar guerra bacteriológica.
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- No lo hicieron.
- No hubiera sido decisivo.
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¿Está seguro?
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Quizá la gente no pudo aceptar la idea
de matar civiles.
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Dígale eso a los civiles de Londres,
Hamburgo, Dresden o Tokio...
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muertos por millares
durante bombardeos.
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Omito Hiroshima y Nagasaki...
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ya que esas acciones pertenecen
más a la Tercera Guerra Mundial...
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que a la Segunda Guerra Mundial.
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Todavía no veo cómo podemos
restringir una guerra.
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Podemos llegar a un acuerdo mutuo
con los rusos...
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de sólo atacar bases de misiles.
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¿Y si las bases de misiles
están cerca de ciudades?
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Eso sería un incentivo
para moverlas a otro lugar.
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Podrían pensar que esa oferta
es un signo de debilidad.
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-Valdría la pena intentarlo.
-Tienen tanto que perder como nosotros.
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Estamos hablando del tema equivocado.
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Debemos detener la guerra,
no limitarla.
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Eso no depende de nosotros,
general Black.
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Nosotros somos los que más sabemos
de ella.
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Usted es un soldado, Blackie.
Obedece órdenes.
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- No las diseña.
- No se engañe, Stark.
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Decimos que una guerra puede pelearse
haciendo política.