Per un pugno di dollari
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:09:02
No lo volverás a ver.
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- ¿Qué es lo malo de este lugar?
- Demasiadas muertes.

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¿Viste a las mujeres?
No son mujeres, son viudas.

:09:11
No hay más que viudas. Aquí, sólo eres respetado si matas a otro.
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Por eso nadie trabaja ya.
:09:20
Parece que alguno
no comparte tu opinión.

:09:23
Mm-hm. Sí.
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¡Saludos!
:09:33
¿Sabes por qué Piripero te miraba?
Para tomarte las medidas.

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Tiene tanta experiencia que puede hacerlo de un vistazo. Vas para cliente.
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- Hm.
- No te rías. No bromeo.

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Te aviso que esos asesinos
acabarán contigo un día de éstos.

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Por eso quiero que te vayas.
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Qué pintas en este cementerio.
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Termina y vete.
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Ya te dije que no
te puedo pagar.

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La casa invita.
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Pero vete de San Miguel, ¿vale?
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- ¿Adónde lleva esto?
- Al balcón.

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- ¿Porqué vas allí? ¡Hey!
- Uh...

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Por echar un vistazo. Las cosas
parecen distintas desde lo alto.

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Pero no hay nada ahí arriba.
Anda y lárgate.

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- ¿Quiénes son?
- Hm. Bandidos.

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Bandidos y contrabandistas.
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Vienen de Texas, cruzan la frontera
para hacerse con armas y licor.

:10:43
Aquí cuestan menos. Regresan
y se lo venden a los indios.

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Cualquier pueblo que vende
armas y licor acaba rico.

:10:53
El pueblo no.
Sólo los que compran y venden.

:10:56
Los jefazos son los que se lo llevan.
:10:58
Bueno, alguien tiene que dirigir esto.
Todo pueblo tiene un jefe.


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