2:28:06
	Así pues aquí acaba mi penitencia.
2:28:13
	Pero ¿cómo habéis sabido eso?
2:28:15
	Me lo contó López Suárez.
2:28:19
	El mercader de Cádiz.
2:28:21
	¿Pero cómo sucedió?
2:28:23
	Busqueros eligió
la ventana equivocada.
2:28:25
	¿Busqueros?
¡Ah, Busqueros!
2:28:28
	No le conozco,
pero pedidle que venga.
2:28:31
	Me gustaría saber más.
2:28:39
	¿Qué creéis?
2:28:40
	La dama que os dio un pañuelo...
2:28:44
	- ¿Sentirá devoción aún por mí?
- Sin duda
2:28:46
	Adiós entonces.
2:28:53
	Me concentré en encontrar
a aquel entrometido,
2:28:56
	conocido en todo Madrid.
2:29:01
	Por favor,
no os detengáis ahora.
2:29:04
	Permitidme, señora, concederle
unos momentos a este hombre.
2:29:12
	Frasquita le contó su historia a Busqueros,
2:29:18
	él se la contó a López Suárez,
2:29:22
	quien a su vez se la contó
al Señor Avadoro.
2:29:27
	Es cómo para volverse loco.
2:29:29
	Todas estas aventuras
comienzan de forma sencilla.
2:29:32
	El oyente cree
que todo acabará en pronto,
2:29:34
	pero una historia crea otra,
y después otra.
2:29:38
	Es como los cocientes, que pueden
ser divididos indefinidamente.
2:29:44
	Soy capitán de la Guardia,
no filósofo.
2:29:48
	Vuestras matemáticas son
sólo números muertos.
2:29:51
	Señor, el cero, más y menos uno,
2:29:55
	le concedieron a Arquímedes y
a Newton el poder de los dioses.