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Pero siempre olía a vainilla.
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Bebía un brebaje cuando
no podía conseguir vino.
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Le cantaba el aliento,
así que me ponía detràs de éI.
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Entonces se enfadaba
y me pegaba.
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Incluso ahora, doctora,
cuando huelo algo dulce, me mareo.
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Ya hablamos de la asociaciòn.
Tratàndose de olores, es habitual.
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¿Sí, Eli?
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Para mí, no hay olor
muy desagradable...
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...en el sentido de asociarlo
con un problema psicològico.
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De hecho, hay ciertos aromas
que despiertan en mí...
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...recuerdos agradables.
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Por ejemplo... cuando era
botones en un hotel de Chicago.
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Tenía 14 años.
Era mi primer empleo.
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En el ascensor, podía adivinar
la cantidad de una propina...
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...por la colonia
que Ilevaba el cliente.
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Aquel hotel fue
una auténtica escuela.
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Como botones, era
una especie de proveedor.
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Bebidas para los borrachines,
hierba para los fumadores...
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...y chicas
para los necesitados.
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Y era increíble: Podías
identificar a aquella gente...
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...y sus deseos con tu nariz.
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Mamà...
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Mi madre siempre olía bien...
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...sobre todo cuando salía.
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Lo que me recuerda...
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Yo tenía... 10 años.
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Antes de morir mi padre...