Korol Lir
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:24:02
Cada cual conoce sus raíces
:24:04
y si las olvida, perece;
cual rama seca, que no florece.

:24:08
¡Basta ya! ¡Eso es absurdo!
:24:11
No es algo nuevo: al deshonesto
no le es honesto practicar la bondad,

:24:15
pues su impureza le es más afin,
la quiere más.

:24:19
¿Qué habéis hecho vosotras?
¿Qué habéis cometido,

:24:23
monstruosos engendros sin corazón?
:24:26
¡Vil cobarde!
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¡Cuya mejilla y cabeza sólo están
para sufrir golpes y desmanes!

:24:32
Sin ojos en la cara que distingan
entre tu honra y tu oprobio.

:24:36
¡Haz que toquen los tambores! ¡Al país
amenazan Cordelia y sus soldados!

:24:40
Mientras que tú, apóstol de la humildad,
te mantienes sentado

:24:44
y suspirando exclamas:
"¿Para qué he de moverme?"

:24:47
¡Mírate, demonio!
:24:49
¡La perversidad no horroriza tanto
en el diablo como en la mujer!

:24:59
- ¿Qué noticias traes?
- Señor, el Duque de Cornwall ha muerto.

:25:04
¡Esto demuestra que existís,
jueces del cielo!

:25:07
Señora, esta carta precisa respuesta
inmediata. Es de vuestra hermana.

:25:10
La leeré y contestaré.
:25:39
¿Por qué será que el rey regresó
con tanta urgencia a Francia?

:25:43
Su presencia requerían
importantes asuntos de estado.

:25:48
¡Generoso Kent!
¿Cómo pagarte por tu bondad?

:25:50
No me alcanzaría ni los recursos,
ni la vida misma.

:25:52
¡Es suficiente!
Estas palabras me bastan.

:25:56
¡Buscadlo por doquier!
:25:57
Enviad una centuria; buscad entre
las mieses ya crecidas.


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