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Diez segundos.
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Hola, bienvenidos a otra edición
de "Las artes".
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Hoy empezamos
con un vistazo al cine.
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Uno de los directores más prolíficos
de todos los tiempos,
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sir Edward Ross. De nuevo en el país
tras 5 años de ausencia
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para inaugurar una retrospectiva
de sus películas.
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Somos afortunados de contar
con su presencia aquí.
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Buenas noches.
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- Edward... ¿puedo llamarle Edward?
- Claro.
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Hay a quien le molesta.
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No sé por qué. Por eso
tomo la precaución de preguntarlo.
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- No hay problema.
- Pues Edward, vale.
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- Siento haber sacado el tema.
- Vale con Edward.
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Gracias por su colaboración.
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Pero es que a veces...
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Entiendo.
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Es difícil que el entrevistado
se sienta a gusto.
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- Ya.
- Ya.
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Es una bobada, pero parece importar.
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En fin en boca cerrada...
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¿Puedo llamarle llame Ted?
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- O sea, en vez de Edward.
- Todos me llaman Ted.
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- Es más corto, ¿no?
- Sí, lo es.
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- Y menos formal.
- Ted, Edward, lo que sea.
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Bravo. Por cierto, llámeme Tom,
apéeme el tratamiento.
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¿Por dónde íbamos?
Ah, sí, Eduardín...
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No me gusta que
me llamen Eduardín.
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¿Cómo dice?
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Que no me llame Eduardín.
Puede seguir.
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- ¿Le he llamado Eduardín?
- Sí.
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Qué raro. ¿Le he llamado Eduardín?
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Sí... no... sí...