:37:00
¡Quemadlos todos, hermanos!
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¡Tú!
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No se da cuenta de lo que hace.
Sea paciente.
:37:13
¡ Padre! ¡ Padre!
Quiero compartir contigo mi alegría.
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Nuestros tesoros están en el cielo,
no aquí, en la tierra.
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No seas un esclavo de todo esto.
¡Tíralo todo!
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Haz lo que yo hago. Es muy sencillo.
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Sé libre.
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- ¡ Padre!
- ¡ No!
:37:35
¡ No!
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- ¡ Basta! ¡ Detente!
- ¡ Eres un ladrón lunático!
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¡ No! ¡ No, hermanos!
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¡ No toqué¡s esas sedas!
¡Arrojadlas a la alcantarilla!
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¡Tiradlas! Os harán miserables.
¡ Fijaos en mi pobre padre!
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¡Cállate, idiota!
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- ¡ Llamad a la guardia!
- ¡ Mirad cómo sufre!
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¡Que lo cuelguen en la plaza!
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- Es Pedro de Bernardone, su hijo...
- ¿ Qué pasa?
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...se ha vuelto loco.
- ¿ Se acaba de dar cuenta?
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Será mejor que vaya la guardia.
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Ha perdido la cabeza.
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¿ Qué te pasa, Bernardone?
¿También te has vuelto loco?
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Quiero justicia.
¡Y la quiero aquí, ahora, ante todo Asís!
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Tendría que conocer los cargos.
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La justicia de los hombres
no es para mí. Dios es mi único juez.
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Por desgracia,
él no está aquí para ayudarnos.
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¿ Por qué no vais a ver al obispo Guido?
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No interrumpiré mi comida
por una estúpida discusión familiar.