:44:01
No hay que confiar en nadie.
El bosque está lleno de ladrones.
:44:04
¿Qué bosque?
:44:05
- ¿Qué es lo que vende?
- Es un hombre sincero, Bambi.
:44:09
Gracias.
Se lo agradezco.
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Sé que no esperan
que les regale nada...
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pero estoy dispuesto a venderles algo
por un precio absurdo.
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¿Ven lo que tenemos hoy?
:44:24
- ¿Qué prefiere?
- La radio.
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- ¡Magda!
- La radio despertador. Yo sabía.
:44:30
El gusto sofisticado de Magda
que elige un artículo de $28,50.
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Para usted, Magda, 75 centavos.
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Tres monedas en la mano
y la radio despertador es suya.
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- ¿Me da la radio por 75 centavos?
- ¿Qué más hay que comprar?
:44:45
Tengo una radio despertador
vendida 75 centavos.
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Estoy por cerrar la subasta.
:44:50
Quisiera oírla un minuto.
Es justo.
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Lo siento. Disculpe.
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Está bien, Davey.
Te cedo el puesto.
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- ¡Rompió una radio despertador!
- Olvídese de la radio. Tome.
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¿Quiere esta licuadora?
Se la regalo.
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- ¿Y la tostadora?
- Claro, tome.
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- ¿Y el reloj?
- Tome la tostadora.
:45:20
No queremos su dinero, señoras.
Tomen.
:45:22
Y un paquete sorpresa.
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No, señoras. Por el amor de Dios.
No, no queremos su dinero.
:45:30
Se terminó la subasta.
Ya váyanse. Es todo por hoy.
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- Diablos, Jason.
- Eres terrible, ¿sabes?
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Me sorprende que te hayan
dejado salir de ese loquero.
:45:42
No era un loquero.
Era una casa de retiro, un asilo.
:45:47
Esperen, los dos.
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Antes de que termine todo,
¿qué hago con siete subastadores?
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Que se vayan.
Son unos pusilánimes.
:45:55
Muy bien.
¿Y mi mercancía?
:45:57
¿Por qué es tan ciego?
Piense en la buena voluntad que brindó.