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Debes olvidarlo todo.
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Tu relato de Shurayukihime
ha llegado a su fin.
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Acabó con la muerte de Kitahama Okono.
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No hay más que escribir.
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¿Me amenazas? ¿Es eso?
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No. Sólo te advierto.
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Déjame decirte una cosa...
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Últimamente estoy muy metido
en el comercio de armas.
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Incluso el gobierno depende
de mi para comprar armas.
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Japón entrará pronto en guerra.
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Japón está reforzando sus ejercito
y preparándolo para el conflicto...
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...y yo le echo una mano
para expandir el Imperio.
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No tengo tiempo para esta
ridícula historia de venganzas.
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El lugar donde dirijo la mayor
parte de mi negocio es el Rokumeikan.
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Se supone que es donde negociaremos
con las potencias extranjeras...
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...y debatiremos el uso de ideas
occidentales para modernizar la sociedad.
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Pero, lo que realmente hacemos es...
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...fiestas nocturnas para
la elite de nuestra sociedad...
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...llenas de auto-indulgencia y hedonismo.
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A pesar de eso, la
sociedad está cambiando.
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Y yo estaré en la cresta de la ola...
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...cosechando más dinero y más poder.
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Es muy bonito preocuparse
por la justicia y la conciencia,...
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y otros grandes principios...
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...pero, al final, no
son más que palabras...
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...vacías, al menos en
este asqueroso agujero.
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Olvídate del periódico
y todo esto, ¿quieres?
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Si estás de acuerdo,
puedes trabajar conmigo.
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Corte mis ataduras
contigo hace muchos años.
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Bien. Pero, déjame decirte...
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No continúes metiendo la nariz
donde no te llaman. ¡Manténte fuera!
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Esa es mi última advertencia...
desde lo hondo de mi corazón.