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Las montaòas eran
altas y blancas...
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...y como carneros salvajes
siempre peleando.
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De noche nos impedía dormir
el fragor de sus combates.
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Por eI amor de Dios,
Danny, cáIIate.
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- ?Por qué? ? Quién nos va a oír?
- Estas montaòas nos oirán.
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- ? Quieres provocar una avaIancha?
- Espero que no te creas eso.
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Si un rey no puede cantar,
no merece Ia pena ser rey.
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E l terreno era montaòoso...
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...y las mulas no se adaptaban.
Murieron todas menos una.
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Que también murió después.
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A Danny le cegó la nieve y tuvo que
agarrarse a la cola de la mula.
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Subimos y subimos,
y bajamos y bajamos.
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Por pasos y desfiladeros nevados,
hasta que de pronto...
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... dos gigantes nos cerraron el paso.
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Por Ios pantaIones de Cristo.
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? Qué ocurre?
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Dos tipos que nos dobIan en tamaòo
hacen guardia en Ia nieve. Son dos.
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LIénaIos de pIomo.
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Ni se han movido.
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Quédate ahí.
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Voy de reconocimiento.
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No son de verdad, gracias a Dios.