:26:04
¡Qué bonito!
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¡Encargado!
:26:10
¡Encargado! ¡Usted!
:26:14
Le he oído a la primera.
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Mi marido, el de la limusina,
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¿ha dicho cuándo iba a volver?
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No.
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¿Puedo usar su teléfono?
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Está fuera. Funciona con monedas.
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Parece que mi marido ha querido gastarme
una broma. Se ha llevado mi bolso.
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Se ha largado, ¿no?
:26:35
¿Puede dejarme una moneda?
Quiero llamar a la telefonista.
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No.
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¿Por qué no?
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Porque no tengo monedas.
:26:43
¡Pero tiene un teléfono!
:26:45
Funciona con monedas.
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¿Por qué no saca una moneda
de su maldita caja registradora...
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y me la deja para llamar a la telefonista?
Se la devolveré.
:26:55
No son mías, no puedo dárselas.
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Es guapa, ¿eh?
:27:11
A mi edad,
lo único que puedo hacer es mirar.
:27:15
¿Vive por aquí?
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Su marido se ha largado
y la ha abandonado esta mañana.
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Debe de estar loco para largarse
y abandonar algo así.
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Tal vez sí, tal vez no.
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Que tenga un buen día, señor.
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Igualmente, joven.
:27:37
Buenos días.
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¿Puedo ayudarla en algo?
:27:45
Sí.
:27:47
¿Tendría la amabilidad
de dejarme una moneda?
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Claro. Cruce la carretera,
tengo el dinero en el camión.
:27:57
¿Viene?