Fanny och Alexander
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:26:00
Estás endureciendo tu corazón.
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Más aún, juzgas mal esta situación.
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- Yo soy mucho más fuerte que tu.
- No lo dudo.

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Más fuerte espiritualmente.
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Por qué yo tengo la verdad y la
justicia

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de mi lado.
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Sé que confesarás dentro de poco.
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Tu confesión y castigo será
un alivio para ti.

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Eres listillo, Alexander.
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Notas que el juego ha terminado...
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pero eres orgulloso y necio...
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y por supuesto estás avergonzado.
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He olvidado lo que debo confesar.
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Lo haras ahora.
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¿Qué quiere el obispo que Alexander
confiese?

:27:01
Sabes bien que tengo medios a
mi disposición.

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No, pero ahora lo sé.
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En mi infancia, los padres no tenían
el corazón tan blando.

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Tenían una vara.
Yo también tengo una.

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Es una ordinaria, sacude alfombras,
¡Lo hace muy bien!

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Si eso no funciona, hay otros recursos
llámalo aceite de ricino.

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Ahí tienes la botella y el vaso.
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Unos tragos de eso y serás más
dócil.

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Si eso no funciona
hay una obscura y fría covacha

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dónde te sientas por unas horas
y las ratas se suben a tu cara.

:27:42
¿Por qué debo ser castigado?
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Eso es obvio, muchacho.
:27:48
Tienes debilidad en tu carácter.
:27:51
No puedes distinguir las mentiras
de la verdad.

:27:53
Hasta ahorita son mentiras de
chiquillo, aunque sean terribles.


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