:24:25
-¿No bailas?
-No.
:24:27
-¿Por qué?
-Porque no sé bailar.
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¡Un deportista como tú!
:24:32
Eso no tiene nada que ver,
aunque bailar cansa.
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¿Aún juegas al tenis?
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Sí, hay una pista
en Fontenay. ¿Y tú?
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Ya no. Era muy mala.
:24:45
Pero mi compañera de piso,
Marianne,
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es muy buena y me enseña.
:24:50
-¿Ah, sí?
-Sí. Es ésa. ¿La ves?
:24:53
¿Qué?
:24:56
¿Qué?
:24:57
Nada. ¿Conoces a Rémi?
:25:00
No.
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Hola.
:25:05
-¿Vienes?
-No.
:25:06
-Ya me iba.
-¿Ya?
:25:08
Sí.
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Me voy. ¿Vienes?
:25:14
No, yo me quedo. Rémi, por favor...
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-¿Cómo volverás?
-Ya me apañaré.
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-Camille, ¿me llevarás?
-Si quieres.
:25:23
No la obligues a quedarse.
:25:25
-Se quedaba igualmente.
-Sí, quédate tú también.
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-¿Cuánto tardarás en irte?
-No mucho.
:25:33
Oye, no pasa nada.
Ya nos arreglaremos.
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-Si te aburres, puedes irte.
-Vale.
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Bueno, vale. Gracias, Camille.
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No quería meter la pata.
:25:48
Déjalo.
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¡Espera, te lo suplico!
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-¡Por una vez que me divierto...!
-Pues diviértete. Yo me largo.