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¡Pero que no lo digan cerca de mí!
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Me alegro que pienses así.
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¿Tu último trabajo?
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Fui empleado del Juez Harold Stone,
un caballero judío.
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¿Del Juez Stone?
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Por 7 años. Y seguiría con él
si no se le hubiera ocurrido morirse.
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La Sra. Stone quería llevarme
a Savannah con ella.
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Para ese entonces,
mi esposa ya había muerto.
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Pero le dije que no, gracias.
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No quería alejarme mucho
de mis nietecitos.
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El juez fue amigo de mi padre.
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No me diga.
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Siéntate.
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Luego, Srta. McClatchey.
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Oscar dijo que necesitaba
un chofer para su familia.
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¿ Voy a llevar a sus hijos a la escuela...
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...y a su esposa al salón de belleza?
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No tengo hijos. Lo que necesito...
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Todavía es joven.
No se preocupe demasiado.
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Gracias. No me voy a preocupar.
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Hoke, necesito un chofer para mi madre.
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Sí. Bueno, si no es indiscreción...
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...¿por qué no me está contratando ella?
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Es una situación difícil.
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Ya ha perdido un poco sus facultades.
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Eso le pasa a la gente de edad.
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¡No, ella está entera!
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¡Demasiado entera, ése es el problema!
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Quiero que entiendas una cosa.
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Mi madre es una mujer nerviosa.
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Pero, de hecho, tú vas a ser mi empleado.
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Ella puede decir lo que quiera...