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Hola, Jorge Monroe.
Vaya apretón de mano que tienes, Ed.
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¡Harry! Te vi en la cancha de
golf la semana pasada...
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¿Estás bien? ¿Quieres algo de
comer? ¿Tienes hambre?
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¿Quieres una galleta?
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- Él es diferente.
- Completamente diferente.
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No estás bromeando.
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- Él es tan...
- Misterioso.
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¿Creen ustedes que esas manos
son calientes o frías?
:36:29
Y piensen lo que sólo un pequeño
tijeretazo puede hacer,
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o deshacer.
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Eduardito.
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Los chicos y yo queremos invitarte a
jugar cartas el viernes por la noche.
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¿Te gustaría?
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Lo único es que...
¡no puedes cortar!
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Tengo mis propios achaques.
Nunca me hizo ningún daño.
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Me tocó recibir un poco de metralla durante
la guerra, y desde entonces ¡no siento nada!
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Nunca permitas que nadie te diga
que tienes un impedimento físico.
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¿Quién está inválido? Dios mío.
:37:15
¡No seas ridículo!
Tú no eres inválido, tú eres...
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¿Cómo es que se le dice... extraordinario?
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Me llamo Joyce, y noto que
no has probado la ensalada ambrosia
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que preparé especialmente para ti.
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Permíteme.
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- Debes probar esto. Es la receta de mamá.
- ¿No se ve maravillosa?
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Con una mano como la tuya, estoy
segura que podrías ayudarme en mi casa.
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¡Quiero una hilera de ángeles!
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Lo siento, chicas, pero me ha prometido
venir a mi casa primero. ¿Verdad Eduardito?