1:22:04
¿A quién le importa qué nombre tienes?
1:22:05
Es fácil para ti decirlo, eres
el Sr. Blanco. Tu nombre suena bien.
1:22:09
Si no es gran cosa ser el Sr. Rosado,
¿quieres cambiar?
1:22:13
Nadie cambia con nadie.
1:22:16
Esta no es una jodida
junta de la municipalidad.
1:22:21
Ahora escucha bien, Sr. Rosado.
1:22:23
Hay sólo dos caminos
en este trabajo:
1:22:25
el mío o la calle.
1:22:28
¿Qué decides, Sr. Rosado?
1:22:30
Cielos, Joe.
Olvídalo ya, carajo.
1:22:33
Ya quedó atrás.
Soy el Sr. Rosado. Continuemos.
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Continuaré cuando yo tenga ganas.
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¿Todos entendieron el maldito mensaje?
1:22:44
Estoy tan enojado regañándolos
que apenas puedo hablar.
1:22:49
Empecemos a trabajar.
1:22:51
Repasemos.
¿Dónde estás tú?
1:22:54
Me paro afuera y vigilo la puerta.
No dejo entrar ni salir a nadie.
1:22:58
- Sr. Castaño.
- EI Sr. Castaño espera en el auto.
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Le doy la señal,
se acerca al frente.
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EI Sr. Rubio y el Sr. Azul.
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Control del gentío. Ellos manejan
a los clientes y a los empleados.
1:23:10
- EI trasero de esa chica.
- Sentado aquí, encima de mi verga.
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¿EI Sr. Rosado y yo?
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Uds. dos se llevan al gerente y
lo obligan a que les dé los brillantes.
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Estamos ahí por esas piedras, punto.
1:23:25
Como no se van a tocar vitrinas,
ninguna alarma debería de sonar.
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Salimos en dos minutos,
ni un segundo más.
1:23:33
¿Y si el gerente
no entrega los brillantes?
1:23:37
Una joyería como ésta
tiene buen seguro.
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No se supone que ofrezcan
ningún tipo de resistencia.
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Si tienes un cliente o un empleado
que se cree que es Charles Bronson...
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rómpele la nariz
con la culata de tu revólver.
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Con eso cae al piso.
Todos saltan.
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Se cae al piso gritando,
la sangre le brota por la nariz.
1:23:56
Asusta a todos.
Nadie dice una palabra después de eso.