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Necesita cariño y cuidados.
Necesita un padre y una madre.
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- Ni hablar del peluquín.
- Pues yo me la quedo.
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No. Déjala donde la encontraste
y daremos parte a la policía.
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- ¡Socorro!
- Calla. El asesino podría acechar.
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Tú no tienes por qué hacerlo,
pero voy a criar a este bebé.
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Es tan pequeñita.
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- Es muy guapa.
- Yo no he dicho que no lo fuera.
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Esto es una locura.
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Es preciosa.
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Ay, Dios.
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Debe de haber bajado por ahí.
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- ¿Ha mirado alguien ahí abajo?
- Tiene que estar por ahí.
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Quizá haya bajado por ahí.
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Prueba ahí abajo.
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Tiene que estar por ahí.
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Por la escalera.
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No quería interrumpir.
Sólo quiero descansar un momento.
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Entre. Bienvenido.
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Es tarde y estamos solos.
¿Cómo te llamas, cariño?
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- Kleinman.
- Siéntese, Sr. Kleinman.
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- Voy a ponerle una copa.
- Jack es un cliente habitual.
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El ambiente es más estimulante
aquí que en la universidad.
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- Los estímulos son cosa nuestra.
- Exactamente.
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Comentaba con estas señoritas
las metáforas de la perversión.
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Ay, Dios mío. Palabras mayores.
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Al magistrado le gusta que
lo ate de pies y manos.
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Exacto. Le privas de la libertad