:33:01
Un convento progresista.
¡Qué horror!
:33:05
A mí me gustaba
el mío en Vancouver.
:33:07
En el campo. No era moderno como
estos conventos de hoy en día.
:33:11
Sin electricidad. Con agua fría.
Descalzas. ¡Esas sí eran monjas!
:33:15
Suena maravilloso.
:33:17
Era un infierno. Me encantaba.
Esto es un ""Hilton"".
:33:21
Sor María Clarencia,
¿cuándo recibiste la llamada?
:33:24
¿Qué llamada?
:33:27
¡Ah, la vocación! No sabía
de qué llamada hablabas.
:33:31
Estaba en Reno
cuando recibí la llamada.
:33:34
No sabrás qué difícil es que te
llamen si no has estado en Reno.
:33:38
Nos ocupábamos de...
:33:40
toda clase de gente. Recién
casados, prostitutas, tahures.
:33:45
Qué satisfacción debe dar
trabajar con la gente.
:33:49
Y Reno debe estar
lleno de pecado.
:33:51
Es cierto.
Al lado de nosotros...
:33:54
vivía una prostituta
llamada Berta Berrinche--
:33:58
Sor María Clarencia,
¿podría hablar contigo?
:34:01
- ¿Conmigo?
- Sí, contigo.
:34:05
Con permiso.
:34:07
Continúen sus labores.
:34:09
Pronto, por favor.
:34:11
- Sólo estábamos hablando.
- Basta de parloteo. A trabajar.