:04:10
Querida hermana Helen:
:04:12
Gracias por escribirme. Le escribo
desde mi hogar, mi celda de 2 por 2,5 m.
:04:18
Estoy aquí 23 horas al día.
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En el corredor de la muerte
no trabajamos.
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Somos especiales. Nos mantienen
al margen del resto de los presos.
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Somos la élite, porque nos van a freír.
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Aquí es dificil no ponerse fofo.
Levanto mi baúl
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para tonificar los músculos,
pero cuesta no engordar.
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Arroz, patatas, tortitas, alubias.
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Me siento como un gorrino que están
cebando para sacrificar en Navidad.
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Soñé que me iban a freír en la silla,
:04:51
y un guardia entraba en mi celda
con un gorro de cocinero,
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y empezaba a rebozarme,
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relamiéndose y todo.
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Pensará que soy un tío raro con esos
sueños, pero tu mente hace cosas raras
:05:02
cuando estás rodeado
de gente que quiere matarte.
:05:06
En fin, gracias por escribirme.
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No recibo muchas cartas, ni visitas.
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Nadie de mi familia puede
venir hasta aquí. Lo entiendo.
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Slidell está muy lejos.
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- Buenos días.
- Buenos días, padre.
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- Hermana...
- Helen Prejean. Encantada.
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- ¿Ha estado alguna vez en una cárcel?
- No, padre.
:05:42
La hermana Clement y yo cantamos
en el reformatorio de Nueva Orleans.
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Cantamos "Kumbaya",
y a los chicos les encantó.
:05:49
Empezaron a inventarse versos
y a cantar: "Alguien se escapa, Señor...".
:05:55
Los guardias nos hicieron
cambiar de canción.
:05:58
¿Dónde está su hábito?