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Esta fábrica también ha cerrado.
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Maldita sea.
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Mira qué bien.
El salpicadero con chocolate derretido
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- revalorizará mucho el coche.
- No te preocupes,
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están caramelizados.
Me sorprende que no lo sepas.
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Tu cerebro sí que está caramelizado.
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El tuyo es un cacao mental.
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- ¿Qué dices?
- Vete a la porra.
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Ron, no me digas que el banco
quiere que esperemos.
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Los negocios que esperan se hunden.
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En repuestos de automóviles,
o creces o desapareces.
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Tom, hablas de un préstamo enorme.
Es mejor que busques un socio.
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No. Siempre ha sido,
y será, un negocio familiar.
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Mi abuelo lo fundó en 1921. Mi padre
lo llevó durante la Gran Depresión.
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Mi tía Aileen, cuando él se fue a
la guerra, y algún día lo llevará mi hijo.
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Hola, papá.
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Estoy orgulloso de ti, licenciado.
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Gracias, papá.
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- Tienes buen aspecto.
- Gracias.
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- ¿Cómo está, Sr. Reilly?
- Muy bien.
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Me quitaron un riñón en abril,
pero aún me queda el otro.
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- Y el Sr. Gilmore, del banco.
- Encantado de volver a verle.
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Acompáñanos. Le recordamos
a Gilmore por qué somos sus clientes.
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- ¿Te importa...?
- Entregaré esto a contabilidad.
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Mis curritos y yo nos iremos
a jugar con las calculadoras.
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Tendremos algo para usted esta tarde.
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Sus cascos, caballeros.
Si les cae algo en la cabeza sin ellos,
:08:53
recogerán sus sesos
con un cucharón sopero.
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Cuidado, puente bajo.