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Intente comprender. Yo no soy
tu enemigo, soy su defensor.
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Tengo que saber toda la verdad.
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¿Fuiste tú quien robó el cordero?
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Un cambio, señor. Pagué todo.
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Cinco francos en moneda, dos paquetes
de tabaco.. y con intereses.
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Y una gallina cocinada.
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El granjero reclama, que esa
gallina tambien le fue robada.
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Pero la devolví después,
además cocinada
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Incluso los huesos.
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Y no es por criticar pero su cordero
era del tamaño de un perrito.
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Y nosotros éramos siete.
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¿Por qué estoy solo yo aquí detenido?
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¿Usted luchó en el Marne?
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Estoy sufriendo una injusticia.
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Tú eres el siguiente Slimane.
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Bueno parece que es de fiar
no os preoupeis
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La historia de Slimane es simple,
le he interrogado a fondo y pacientemente
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En la estación de Videle,
a cincuenta kilometros de Bucarest
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su jefe, el capitán De Jussieu
- a quien él venera -
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aprovecha la parada, para enviarle con
unas cartas a la oficina de correos.
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El cumple su tarea, pero al volver,
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el encuentra a unos paisanos, primos,
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quienes le hablan de su país,
que él no ha visto desde hace 4 años.
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El tiempo, para estos habitantes
del desierto, no es como para nosotros.
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¿Fueron diez minutos, lo que tardó
- como pensó-, o veinte, treinta?
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Entonces él vuelve a la estación
tranquilamente.
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El tren está a punto de partir.
El sube alegremente abordo.
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Pero ese no es el mismo tren.
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Fueron cambiados..
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sin retraso, por una vez
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rápidamente, él se dirige a Tirgu Jiu,
al pie de los Cárpatos,
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a 200 Kms. de su regimiento y su jefe,
y sin entender la lengua.
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¡Uno más!. El árabe saldrá bién.
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El teniente..
los ha hecho picadillo.
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Vaya mierda de trabajo..
el bueno se lo díste a ellos.