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Componen un verso de pentámetro,
cinco yambos.
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Un yambo es como un oso hormiguero.
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Una espalda muy grande
y unas piernas muy cortas y pequeñas.
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La poesía de Shakespeare
y sus yámbicos...
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...flotaban y descendían
por el pentámetro del alma.
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Es el alma, los espíritus de personas
que pasan por un infierno...
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...y a veces por momentos...
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...de grandes logros y alegrías.
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En este pentámetro
os tenéis que centrar...
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...y cuando encontréis esa realidad...
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... los yámbicos se pondrán en su lugar.
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¡Del alma a lo profundo, pensamientos!
Clarens llega.
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¡Que Dios te guarde, hermano!
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Esta tropa que armada te acompaña
¿qué viene a ser?
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Su majestad, que guarda mi seguridad,
manda a esta gente...
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...a que me lleven a la Torre.
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- ¿Por qué causa?
- Porque Jorge me llamo.
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¿Pero puedo saber, Clarens,
qué te ocurre?
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Si tal, Ricardo, cuando lo sepa.
Pero aún lo ignoro. Mas presumo...
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...que en sueños
se ocupa, y profecías.
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Y en el Cristus, al ver la jota...
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...dice que un brujo afirma
que su prole amada...
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...por la jota será desheredada.
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Y, como que con jota Jorge empieza
conmigo juzga que el presagio reza.
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Éstas y semejantes fruslerías...
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...han inducido al rey a encarcelarme.
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Pues esto ocurre si mujeres mandan.
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No te lleva a la Torre el rey, no;
Clarens.
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Su esposa, mi señora Grey, tan solo
a ese extremo le puede haber llevado.
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Clarens, no vivimos seguros.
No, por cierto.