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$2 millones en billetes sin marcar,
justo como quería.
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Pero esto es lo más cerca
que estará jamás deldinero.
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No verá un solo dólar de este dinero...
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porque no pagaré ningún rescate
por mi hijo.
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Ni un solo dólar, ni una sola moneda.
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En cambio, ofrezco este dinero...
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como recompensa por su cabeza:
vivo o muerto, me es igual.
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Así que, en hora buena:es Ud.
un billete de lotería de $2 millones.
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Sólo que las probabilidades
son mucho más altas.
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¿Conoce a alguien que no le entregaría
a la policía por $2 millones?
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Creo que no. Lo dudo.
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Así que vaya adonde vaya, haga
lo que haga, este dinero lo seguirá.
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Para asegurarme de que así sea
y para mantener vivo el interés...
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lo anunciaré en los periódicos
de mayor tirada todos los domingos...
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durante todo el tiempo que haga falta.
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Pero, y ésta es su última oportunidad...
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si me devuelve a mi hijo,
vivo e ileso...
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retiraré la recompensa y, con suerte,
quizá pueda largarse sin más.
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¿Comprende?
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Nunca verá este dinero.
Ni un solo dólar.
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Así que aún le queda una oportunidad
para obrar correctamente.
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Si no lo hace, que Dios lo ayude.
Por que nadie más lo hará.
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Es todo.
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Pues ahí lo tienen,
un cambio radical en la situación.
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El rescate se ha convertido
en una recompensa de $2 millones.
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Verdaderamente, estamos
ante una situación muy delicada.
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Por supuesto,
le deseamos toda la suerte del mundo.
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¿Te fijaste que llamó al secuestrador
"un billete de lotería de $2 millones"?
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Ahora sí que hay mucho en juego.
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¿Quieres apagarla? Apágala.