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-Cecil Parkes.
-Querido Sr. Parkes.
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Tocó el alma del mismo Sergei
Vasilievitch con su concierto.
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No estuvo tan mal.
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Es una pieza difícil para
elefantes--es elefantina.
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-Querido Sr. Parkes.
-Fue hace mucho tiempo.
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Ha pasado
tanto tiempo y yo...
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Y espero--espero, Gillian.
¿Cómo suena? ¿Suena bien?
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Me suena bien a mí.
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Y espero que se acuerde
de mí y del Concierto No. 3.
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He vuelto a sentirme mejor.
Me siento mejor, ¿verdad?
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Sí, y he vuelto a tocar.
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¡ Bien hecho, Roger!
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Eso estuvo bien.
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Sonríe, David.
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Sonríe, David.
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-Eso hago, Sylvia.
-A la cámara, aquí.
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-Es hora de irnos.
-¿Qué se puede hacer?
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David, mira
el lado positivo.
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Volverás a ver
a Gillian algún día.
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-Sí, la vida sigue.
-Sí. ¿Eso hace?
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-Sí, claro que sí.
-David, se tiene que ir.
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Tienes que cuidar
a tus párvulos.
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Mis hijos ya son mayores.
Estoy yo sola.
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Estoy yo solo.
Nunca maduré, al contrario.
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Soy mucho trabajo--
mucho trabajo, ¿verdad?