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entonces, ¿el coche para qué?
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Podía contar que me la habían robado
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Los robos de coche habían progresado mucho desde hacia unos años
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Sobretodo en los suburbios
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La anécdota seria comprendida fácilmente
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Admitida tanto por las compañías de seguros como por mis compañeros de trabajo
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¿Cómo confesar que había perdido mi coche?
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Iba a pasar por un payaso
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O por un anormal o un guiñol
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No, no se bromea sobre esos temas
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Es ahí donde se forman las reputaciones, nacen o mueren las amistades
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Conozco la vida
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Tengo la costumbre
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Confesar que se te ha perdido el coche
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Es prácticamente darte de baja del cuerpo social
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Gracias Jesús!!!
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No gracias
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Qué gilipollas
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Que se haga tu voluntad, eres mi señor
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Tras un arranque caótico, nuestro héroe culmino brillantemente sus estudios
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Hoy era un ejecutivo, su salario era dos veces y media superior al SMI
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lo cual le daba ya un bello poder adquisitivo
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Podía espera una ascensión significativa en el seno de su empresa