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¿ Qué haces con la espada desenvainada?
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Librar a mis hermanos de la muerte.
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Los jueces me han condenado
al destierro.
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¡Qué felicidad!
Te han hecho un favor.
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¿ Acaso no comprendes, Lucio...
que Roma es una cueva de tigres?
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Los tigres cazan. Y Roma no tiene
mejor presa que yo y los míos.
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Tienes suerte.
Eres libre de estos tigres hambrientos.
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¿ A quién trae mi hermano Marco?
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Tito, prepara tus nobles
ojos para el llanto
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o tu corazón estallará de dolor.
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Te traigo una pena inmensurable.
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¿lnmensurable?
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Déjame verla.
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Esta...
era tu hija.
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Sí, Marco. Y aún lo es.
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Ese horror me destroza.
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¡De pie, corazón débil! ¡Mírala bien!
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Habla, Lavinia. ¿ Qué mano criminal...
te ha mutilado de esta forma cruel?
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¿ Qué tonto llevaría agua al mar
o leña a la Troya en llamas?
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Mi pena ya era inmensa antes de esto.
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Y ahora, como el Nilo,
no conoce límites.
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Dame tu espada para cortar mis manos
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que han combatido por Roma
y han suplicado en vano
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pero de nada me ha servido.
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Ahora sólo quiero que cada
una sirva para cortar la otra.