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¿Te refieres a hacerte
el prisionero enfermo?
:43:03
Sí. ¿Eso sigue dando resultado
en China?
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Porque eso ya es
muy conocido aquí.
:43:10
- Tengo otra idea.
- No, no, no. Me ayudarás así:
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Quédate de tu lado.
Yo me quedo aquí pensando.
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Quédate allá.
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Piensa. Piensa.
¿Qué tenemos aquí?
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Muy bien.
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Tenemos madera.
Tenemos una pared de madera.
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Muy bien.
Ah, tenemos almohadas.
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Tenemos almohadas, sábanas--
Tenemos sábanas y colchón.
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Bien, armemos todo.
Pensemos. Todo junto.
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¿Qué tenemos?
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¿Qué haces?
Alto. ¡Alto!
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¿Qué estás haciendo?
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- Sostén esto.
- No, es tu camisa. Hazlo tú.
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Me gusta tu ímpetu
pero no te entiendo.
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Si la camisa está mojada,
no se romperá.
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No sé qué significa eso.
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Entonces--
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Muy bien. Y luego qué--
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Con la camisa mojada,
doblas los barrotes.
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Eso es lo que logramos.
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No me hagas perder el tiempo
con ese tipo de cosas.
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Siendo de una civilización milenaria,
sólo se te ocurre eso?
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Qué verguenza.
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Vamos. Basta, por favor.
Es bochornoso.
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¿Ves? Te lo dije.
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Pero no me dijiste que una camisa
orinada dobla los barrotes.
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- Retuércela.
- Ayúdame.