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Qué noticia tan alentadora.
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Sus victorias en Camden y Charles
Town fueron perfectas. Perfectas.
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Y lo peor es que lo sabe.
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Y quizá ésa sea su debilidad.
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¿Señor?
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El orgullo.
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El orgullo es una debilidad.
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Personalmente,
preferiría la estupidez.
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Con orgullo nos basta.
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Terminado, milord.
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Lo achiqué atrás...
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...agregué hombreras
más anchas y galones dorados.
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Es una manta de caballo.
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Es muy bonito.
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-Muy bonito.
-Bueno, es una manta bonita.
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Coronel Tavington, ¿por qué,
después de 6 semanas...
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...sigo aquí, asistiendo a un baile
en Carolina del Sur...
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...debiendo estar
en Carolina del Norte?
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Primero, el robo de mi equipaje...
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...incluyendo mis memorias,
en las que tanto trabajé.
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Luego, la mitad de los puentes
de aquí a Charles Town, quemados.
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Si la Milicia puede hacer
tales estragos...
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...imagínese el Ejército regular
o los franceses.
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No pelean como soldados.
No los encontramos.
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Coronel, son una Milicia.
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¡Son granjeros con horquillas!
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Me temo que son bastante
más que eso.
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Entrenados por su comandante,
el fantasma ese.
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Ah, fantasma, fantasma, fantasma.
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Ud. creó a ese fantasma, Coronel.
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Su brutalidad le dio hombres.
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¡Sin ellos este fantasma
habría desaparecido...
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...y yo estaría en
Carolina del Norte!
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En mi defensa, milord...
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¡Ya basta!
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Valiente soldado es Ud.,
derrotado por un cuento de niños.
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Dame la manta de caballo.
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O'Hara, parece que nuestro barco
de provisiones ya llegó.
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Sí, milord, así es.
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¿Entonces por qué sigo
usando este trapo?
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Milord, su guardarropa
está a bordo, pero...
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...el coronel Tavington le dio
más importancia a las municiones.
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Las están bajando ahora.