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En el principio,
Dios creó los cielos y la tierra.
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Y tinieblas cubrían
la superficie del abismo.
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Eh... superficie del abismo...
Mientras el Espíritu de Dios aleteaba...
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¡Aleteaba! ...sobre la superficie
de las aguas. Dijo Dios ''Haya Luz''...
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y hubo luz. Vio Dios esa luz y...
estaba bien, le pareció.
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Y separó entonces, Dios, la luz...
de las tinieblas, ¿ verdad?
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Llamó Dios luz, a la luz, día.
Y a las tinieblas llamó noche.
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Y atardeció, y amaneció
el día, pri... mero...
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Bueno, y así podríamos seguir
por los siglos de los siglos.
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-Amén.
-Amén.
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El Señor, quien observa todas
nuestras acciones y pensamientos,
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nos permite hoy celebrar
el matrimonio de Norma y Antonio.
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El Señor quiso que todas sus criaturas
tuvieran una razón de ser, un sentido.
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Dios formó lindas las flores,
delicadas como son.
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Les dio toda perfección
y cuanto él era capaz.
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Pero al hombre le dio más cuando le dio
el corazón. Le dio claridá' a la luz,
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Juerza en su carrera al viento,
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Le dio vida y movimiento
Dende la águila al gusano:
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Pero más le dio al cristiano
Al darle el entendimiento.
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Sí quería un cura gaucho
lo traía a Enrique Muiño.
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-¡Vamos a casa, ahora, vamos! -Padre,
mire que nosotros nos tenemos que ir.
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Antonio Belvedere,
¿acepta por esposa a Norma Pellegrini,
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para amarla y cuidarla,
en salud y enfermedad,
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-hasta que la muerte los separe?
-Y después también.
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-Padre, por favor... ¿la puede
terminar?. -Sí.
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Norma Pellegrini,
¿acepta por esposo a Antonio Belvedere,
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en salud y enfermedad,
hasta que la muerte los separe?
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-Vamos a casa, vamos... vamos a casa.
-Ya vamos, ya vamos, tranquila
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-Pregúntele más fácil, Padre.
-Norma, ¿acepta por esposo a Antonio?