:06:02
¡Yo sé que no puedes dejarla!
:06:07
¿Qué ves?
¿Nunca habías visto?
:06:13
¿Lo ves? ¡Te lo dije que
estabas con esa ramera!
:06:18
¿Y ahora la ramera soy yo?
¡Ven acá, anda!
:06:20
¡Basta, basta!
¡Basta, basta!
:06:24
Siéntate ahí, hijo.
:06:26
Siéntate, Dalva.
Siéntate por favor.
:06:30
Rosirene, siéntate ahí.
Rosirene, siéntate.
:06:42
Bueno, ya que viniste,
no hay vuelta atrás.
:06:46
Hoy, los tres vamos a tener
que llegar a un arreglo.
:06:50
Rosirene, Dalva no es
una vagabunda, ¿de acuerdo?
:06:53
Trabaja en la fábrica de ropa
y cría a nuestros hijos con cariño.
:06:57
¡Son hijos míos, carajo!
:07:04
Tú también ya dijiste
que Rosirene no vale nada...
:07:07
y eso tampoco es verdad.
:07:09
Si no fuera porque ella me trae
algunas cosas para que yo...
:07:13
haga algún dinerito, faltaría comida
en los platos de todos nosotros.
:07:20
Si nos quieres a las dos,
es tu problema.
:07:23
¡Oh, carajo!
:07:25
Pues sí, Josué...
:07:28
Hoy vas a tener que decidir
con cuál de las dos te quedas.
:07:33
¡Es verdad!
:07:42
¡Carajo, así van a partirme
el corazón en dos!
:07:55
¡Dos mujeres, doctor!
:07:57
¿Qué tienen esos que
nosotros no tenemos?