:01:03
	La niña, perdida,
:01:06
	busca de vez en cuando
la mano del niño.
:01:10
	Al llegar junto al río
se paran bruscamente,
:01:14
	como si alguien,
desde la otra orilla,
:01:17
	gritara:
:01:19
	¡Eh! ¿Quiénes sois?
¿De dónde venís?
:01:27
	Somos griegos.
:01:30
	Prófugos de la ciudad
de Odessa.
:01:35
	Nos desembarcaron
en Salónica.
:01:38
	Pasamos un mes de cuarentena
en el puerto.
:01:43
	Después las autoridades
nos separaron.
:01:46
	A nosotros nos dijeron:
:01:48
	''Id hacia el Este.
:01:50
	Encontraréis una columna
y un río.
:01:54
	De la columna al río
la tierra es vuestra''.
:02:04
	La revolución bolchevique
se extendía.
:02:08
	El Ejército Rojo avanzaba.
:02:10
	Los extranjeros huían.
:02:13
	El barrio griego se quedó vacío,
somos los últimos.
:02:17
	El cónsul gritaba:
:02:19
	''¿Os dais cuenta
de que estáis en peligro?''.
:02:23
	Y el hombre
empieza a contar,
:02:26
	como si reviviera la huida
de los griegos de Odessa,
:02:30
	cuando,
el día de San Esteban,
:02:32
	el Ejército Rojo
entró en la ciudad.
:02:36
	Huyendo
en el último barco,
:02:39
	se oían aún
voces desesperadas,
:02:42
	nombres gritados al viento,
:02:44
	disparos...
:02:45
	Después el hombre dijo:
:02:49
	''Se elevó una nube de humo
:02:53
	y nuestra amada ciudad
desapareció''.
:02:57
	La niña buscaba
la mano del niño.