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fuera del campo visual,
justo debajo del objetivo.
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Para compensar, el verdadero Moussa
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aprendió a convertirse
en un verdadero tragafuegos.
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Las llamas que rodean al aro
se aumentaron a posteriori.
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Existían en la parte superior,
pero se añadieron
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en la inferior en laboratorio.
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Este plano a cámara lenta
se rodó en 35 mm,
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ya que mis cámaras digitales
no rodaban
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a más de 32 imágenes por segundo
y aquí debía aumentarlas hasta 120.
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Volvemos a rodar en alta
definición en esta escena.
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Pese al desdén que
algunos siguen mostrando
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por esta tecnología poco conocida
que suelen confundir con el vídeo,
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que es un procedimiento analógico
que se ha quedado obsoleto,
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hace falta ser un gran experto
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para notar la diferencia
entre ambos soportes.
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En la gran pantalla, paradójicamente
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los planos en 35 mm
aparecen con más grano
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porque se utilizan
en un contratipo adicional.
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El tigre ha vuelto solo a la jaula
porque conoce el itinerario
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y la expresión es natural.
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Aquí jugamos con lo que
se denomina "el efecto Kulechov",
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es decir, el efecto del contexto
o del contraplano.
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El espectador proyecta
su propia emoción
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y comprende la expresión del tigre
por el propio abatimiento
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que él mismo,
el espectador, siente.
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Así, lo que importa no es tanto
quién mira, sino qué mira.
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Volvemos a Kompong Chnang,
a orillas del río Mekong,
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en temporada de bajo caudal.
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Al fondo se ven casas muy típicas,
construidas sobre pilotes.
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En la estación lluviosa,
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el agua alcanza el nivel del suelo
de las viviendas,
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parecería que las viviendas
van sobre plataformas flotantes,
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como barquitas ancladas
a las orillas de ese río inmenso
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que se pierde en el horizonte.
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En relación con esta escena
les recuerdo que
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en la época en que se sitúa
el filme, no hace mucho,