1:06:00
Si no vuelve,
habrá que contratar a otra persona.
1:06:03
¿Qué ha pasado con su baile?
1:06:05
Ya vamos, gracias, barón. Vamos.
1:06:08
Recordaré esto, Sr. Kringelein.
1:06:11
Deje en paz a ese pobre diablo.
La muerte llama a su puerta.
1:06:14
No le he pedido consejo.
1:06:17
Creo que sería mejor que se marchase.
1:06:19
Veremos quién se queda aquí más tiempo.
1:06:22
Barón von Geigern, por favor.
1:06:27
Sr. Kringelein, debe mirarme a la cara,
no al suelo.
1:06:30
Sí.
1:06:36
- Está temblando.
- Nunca había bailado en público.
1:06:41
- Baila maravillosamente.
- Gracias.
1:06:43
- Eso es.
- Soy feliz, Srta. Flaemm.
1:06:48
¿De veras?
1:06:50
Por primera vez en mi vida, soy feliz.
1:06:54
¿Se encuentra bien?
1:06:56
Sí. Discúlpeme, he parado un segundo.
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Está bien. Vamos.
1:07:04
Estoy muy cansada.
¿Le importa que paremos?
1:07:07
Gracias.
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- Debo volver con el Sr. Preysing.
- ¿Debe?
1:07:20
Sí, trabajo.
Una tiene que ganarse la vida, ¿sabe?
1:07:22
Usted no, Srta. Flaemm.
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Soy una esclava de despacho más. Dinero.
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- Celebro que esté aquí, señorita.
- Aquí estoy.
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- ¿Ha disfrutado del baile?
- Sí, gracias.
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- Perdone. Márchese, por favor.
- ¿ Y el Luisiana Flip?
1:07:35
- ¿Le apetece un coñac?
- Sí. ¿Quería verme?
1:07:38
Sí. Puede irse, Sr. Kringelein.
1:07:41
Sr. Preysing, aquí no recibo órdenes suyas.
1:07:45
¿Qué insolencia es ésta? Por favor, váyase.
1:07:47
¿Cree que tiene derecho a insultar?
1:07:50
Créame, no lo tiene.
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Se cree superior,
pero es un hombre de lo más corriente...
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aunque se casara con el dinero...
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y la gente como yo
tenga que ser su esclava...
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por 320 marcos al mes.