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- Desde que vino al mundo.
- Sí. Elsie Taggart fue la comadrona.
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- Fue sietemesino.
- Muy bien, gracias.
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¿Lo veían a menudo?
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- Casi a diario.
- A veces, más.
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- ¿Es necesario el eco?
- Sra. Jane, responda usted sola.
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¿Quiere decirle al tribunal lo que la gente
del pueblo piensa del Sr. Deeds?
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- Piensan que está como poseído.
- Eso, poseído.
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- ¿Que está qué?
- ¿Qué ha dicho usted?
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- Poseído.
- No es una palabra usual entre nosotros.
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- ¿Puede explicárnoslo?
- Quizá yo pueda.
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Estar poseído hace referencia
a una antigua expresión
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que tenía que ver
con duendecillos y elfos.
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Se decía que a un hombre lo poseían los
duendes. Hoy, se dice que está majara.
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¿Es correcto?
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¿Por qué creen que está poseído?
¿Hace cosas extrañas?
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Anda bajo la lluvia sin sombrero
y habla solo.
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- A veces, hasta silba.
- Y canta.
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¿Algo más?
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- A Chuck Dillon le dio un sopapo.
- Le puso el ojo morado.
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- ¿Por qué?
- Sin motivo, supongo.
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Siempre actuaba así. Cuando le oíamos
llegar, nos metíamos en casa.
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Nunca se sabe cómo va a actuar.
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- Está completamente poseído.
- Eso es. Poseído.
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Gracias, señoras. Eso es todo.
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Gritaban: "¡Volvamos a la naturaleza!".
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Me parecieron inofensivos
y los llevé a casa.
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Nunca pensé que estuviera chiflado.
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Soy camarero. Insistió en que
le señalara a los famosos.
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Al salir de la cocina
unos minutos después,
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se estaba peleando con todos ellos.
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No pensé que era
de esos que buscan pelea.
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Nos sacó a empujones
de su casa. ¡A empujones!