1:06:00
- ¿A dónde?
- Nos vamos a casar.
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Sí, es cierto.
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Por si no Io sabes, puedes echarte
atrás si no te gusta.
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- Mi nombre es Clarissa.
- Lo sé, está bien.
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- No digas "está bien", di que es bonito.
- Está bien. Quiero decir...
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¿No se te ocurre ningún nombre de
repente que te guste más?
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- No, de repente no.
- ¿Nada como Susan o algo así?
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¿Susan? ¡No!
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¡No Io haré! ¡No participaré
en un asesinato!
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Meter a un pobre tonto en un callejón es
suficiente para un mafioso como Taylor.
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Pero ayudar a que esa señorita
Io despedace...
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- ¡Nadie me va a obligar a eso!
- Tú Io has dicho.
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Quiero salir de ahí ahora mismo.
Con gratificación o sin ella.
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Voy a sacar de esa oficina
todo Io que me pertenece.
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¡Eh, espera un minuto!
¡Nos íbamos a casar!
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Te veo más tarde.
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- ¿Qué quieres?
- Tenías que haber estado allí.
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Fue una fiesta maravillosa. Le
revisaron el traje. Ella estaba estupenda.
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Cuando se marchaba, ella le dijo:
"Gracias, Sr. Smith".
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Pero fue su manera de decirlo Io que
hizo que casi se cayese al suelo.
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¡Maldita sea!
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¿Qué estás mirando? ¿Habías
pensado que era una dama?
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Una dama no trabajaría para esto.
No puedo hacerlo. ¡Lo dejo!
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Hay muchas cosas que no puedo hacer.
No puedo hacer un simple...
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¿Por qué no te vas a casa? Cuenta Io
de los riachuelos del campamento.