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¡Los aldeanos tienen sitiado el castillo
y quieren sangre!
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Señora, yo...
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Asesinan a uno lejos de aquí,
¿y sabes qué le ha matado?
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Mi apellido.
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El apellido Frankenstein
le ha reventado el corazón.
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¡Y ahora los alegres aldeanos
piden mi cabeza!
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Me parece que el Barón
está de mal humor esta mañana.
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Supongo que tiene su lado humorístico,
pero no están bajo arresto, señora.
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Sólo he venido a protegerles
contra cualquier agresión no provocada.
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¡Agresión no provocada!
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Inspector, ¿quiere decir
que no es seguro que nos vayamos?
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Así es, señora.
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¿Acaso hay algún motivo
por el que no estén a salvo aquí?
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¡Si uno solo de esos estúpidos aldeanos
cruza por esa puerta,
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lo mato como a un perro!
Puede decírselo de mi parte,
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visto que a mí no me lo permite.
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Nunca le he visto tan violento.
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Señora, anoche me perdí la cena
y esta mañana no he desayunado.
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¿Cree usted que...?
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Faltaría más. Enseguida le pido algo. Si...
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Herr Barón, ¿vamos a la biblioteca?
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Prefiero quedarme aquí, gracias.
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¿Vamos a la biblioteca?
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No me importa decirle, Inspector,
que como invitado en mi propia casa,
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le pareceré tremendamente desagradable.
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Navegando, navegando por el agitado mar
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- ¿Puedo pasar?
- Adelante, Inspector.
1:17:49
Gracias. Hola, jovencito.
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- Tu madre ha dicho que podía visitarte.
- Hola, General.
1:17:55
Enseguida vuelvo, cielo.
Disculpe, por favor.
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Verás, yo no tengo hijos.