:32:10
¿Qué le dijiste?
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Que si contesta un hombre, cuelgue.
¿No estuvo bien?
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Aquí no puedes hablar con los hombres
como en tu país. No lo comprenden.
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- ¿Comprender qué?
- Creen que lo dices en serio.
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¿Que digo qué en serio?
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¿No le molesta en absoluto
que eres casada?
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Lo que quiero saber
es si te molesta a ti.
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Estoy empezando a pensar
que juzgué mal a tu Johnny.
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- ¿Ah, sí?
- Es muy dulce. Muy protector.
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Johnny cuida todas las cosas
que me pertenecen.
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El dirige el casino.
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¿Oíste eso? Debes cuidarme
porque le pertenezco al jefe.
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¿Qué te parece?
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Hago todo tipo de trabajos raros.
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Apuesto a que éste es el trabajo
más raro que has hecho.
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Antes de que nos interrumpieran...
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estábamos a punto de brindar,
así que...
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desastre a la ramera
que le hizo daño a nuestro Johnny.
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¿No, Gilda?
¿No quieres brindar por eso?
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¿Por qué no? Desastre a la ramera.
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Tuvo la fuerza necesaria
para decirlo...
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pero supe que le había dado miedo.
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Supe que eso la obsesionaría.
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Alguien tan supersticiosa como Gilda,
solicitando el desastre en voz alta.
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- Aún estás vestida.
- Sí.
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- ¿Algo anda mal?
- Todo está de maravilla.
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- Pero no puedo con las cremalleras.
- ¿Te ayudo?
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Gracias.
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Tendrás una sirvienta
por la mañana.
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- ¿Será vieja y tea?
- Si ésas son tus órdenes.