Monsieur Verdoux
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:24:00
Los bancos cierran a las cuatro...
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¡Lydia!
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Pensaba que estabas en Indochina.
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- Lo estaba, querida, lo estaba.
- No me llames ''querida''.

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No he me has escrito
ni una línea en tres meses.

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¿No has recibido mis cartas?
Te escribía casi todos los días.

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Sólo recibí un telegrama
hace tres meses.

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¡Abandonarme así!
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Tengo que viajar por negocios,
soy un ingeniero.

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Es una pena
que no lo supiera antes.

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Lydia.
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Bien, ¿qué quieres?
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- Nada, querida.
- ¡Qué raro!

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Pensé que te alegraría verme,
eso es todo.

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¿Eso es todo?
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Sólo te veo cuando quieres algo.
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Lydia, me niego a pelearme contigo,
es demasiado desagradable.

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La vida puede degenerar fácilmente
en algo sórdido y vulgar.

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Tratemos de mantener
su belleza y dignidad.

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Ya no somos jóvenes.
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En el otoño de nuestras vidas
necesitamos una presencia,

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amor, ternura.
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Sobre todo, nos necesitamos
el uno al otro, Lydia...

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Hemos vivido juntos
tantos momentos hermosos...

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Y todavía nos quedan muchos más.
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Soy demasiado vieja
para esas bobadas.

:25:31
Ya estás otra vez con la edad,
creí que te había curado ese complejo.

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Estoy curada de ti,
y de tu manera de abandonarme.

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- Lydia...
- ¡Siéntate!

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¿Qué hacías en Indochina?
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Construir puentes, querida,
tuvimos muchos problemas.

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Tuvimos que volver a hacer
los planos de la superestructura.

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Después cancelaron
el contrato a causa de la crisis.

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¿Qué crisis?
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- La crisis financiera.
- ¿De qué estás hablando?


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