:26:00
La mujer no debería ser la que pague.
:26:02
- Es hora de que empiecen.
- Es antinatural.
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- Háblanos de la naturaleza.
- Es un mundo de hombres.
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Si ves algo que quieres, vas tras eso.
Así es la naturaleza.
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Por eso somos fuertes:
y las mujeres, débiles.
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El fuerte provee para el débil.
Para eso somos.
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Enseña eso a los niños
y habrá más hombres.
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Y más guerra.
No metas a mis hijos en esto.
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Esos estándares
no son para mí, Porter...
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porque en este mundo de hombres,
yo no soy hombre.
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- Soy profesor.
- Terminó el baile.
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Sabía que llegaríamos a eso.
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Bien. Deberían pagarles más
a los profesores.
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¿Y si no les pagan más?
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¿Cómo les provee un profesor
a los débiles?
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¿Cómo paga el alquiler?
¿Con poemas de Shakespeare?
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¿Ya abriste la bocaza otra vez?
:26:45
Tú cállate hasta que sea hora de bailar.
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Te diré algo sobre la fuerza del hombre.
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Einstein no podía patear
un balón de fútbol...
:26:53
pero cambió la forma del universo.
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Tranquilícense.
Esto está saliéndose de control.
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Nunca se sabe qué dirá
cuando comienza a beber brandy.
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Tú cállate. Sólo cállate.
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¿No es divertido, Deborah?
Todos somos amigos.
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Una gran familia feliz.
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- ¡Caray, Brad!
- No fui yo, pero es una idea buena.
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La envía la Srta. Addie Ross.
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Porter, ibas a decir
algo de ella y de Brad.
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- John, ¿dónde está la Srta. Ross?
- Creo que aún no llega.
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Así es Addie. Siempre hace lo correcto
en el momento indicado.
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- Considerada y generosa.
- Generosa en extremo.
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En extremo. Así es Addie.
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¿Quién es el Sr. Ross?
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El Sr. Ross puso pies en polvorosa
hace unos cinco años.
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No es cierto. Ella lo echó.
:27:48
Una noche salió por el diario
y nunca regresó.
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Porter dice que Addie Ross tiene clase.
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Y él sabe de clase
tanto como yo sé de navegación.
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Tú manténte firme, Porter.
Muestra que tienes instinto.