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iMcLeod!
:11:02
Sí, señor.
-Ven aquí.
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Oye, Red...
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McLeod, el Sr. Sims.
-¿Cómo está usted?
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Es abogado.
-Y listo, le he visto actuar.
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Representa a Karl Schneider.
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Tuve el placer de arrestar
a su cliente hace un año.
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Lo sé.
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Ha cambiado de abogado.
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Schneider es un médico retirado
con una granja.
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Y un negocio muy rentable
en Nueva York.
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¿Dónde está?
-Está dispuesto a entregarse.
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Bien. Pues que venga.
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Antes, tengo aquí
algunas fotografías.
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Le fueron hechas
hace una hora.
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¿Desnudos?
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Qué feo es.
-No es un "Mr. América".
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Desde luego.
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Verá que no tiene
ningún cardenal.
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Así les entrego a mi cliente,
y así quiero que siga.
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Pues cualquier cambio
sería una mejora.
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Y no le permitiré violar
sus derechos constitucionales.
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No puede maltratarle
ni degradarle, ¿entendido?
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Vi a una paciente de su cliente
en el depósito de cadáveres.
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Quedaba poco
que maltratar en ella.
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Mi cliente fue absuelto.
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Por falta de pruebas.
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Pero era culpable.
-No iréis a juzgarle aquí.
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Hace más de un año que convierte
la vida de mi cliente una pesadilla.
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¿Por qué?
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Porque me molestan los asesinos
que se salen con la suya.
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Eso dice usted.
-Sí.
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Yo he descubierto otra cosa.
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¿Qué quiere decir?
-¿Qué?
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Nada, aún.
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Yo respondo por todos mis hombres.
Si tiene algo que decir, dígalo.
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Lo diré cuando me sea útil.
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Mientras, se lo advierto.
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¿Qué pretende?
-Ver si salta algo.
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Dice que vas tras de Schneider
por motivos personales.